Todos los años nos sentimos tentados de renovar prácticamente la totalidad de los señuelos que utilizamos, guiados por las novedades de las revistas, los foros, los blogs con esas magníficas capturas …
Pero esta vez no me queda más remedio que rendirle homenaje a una “vieja gloria” que tenía ya olvidada.
La historia viene tal que así:
Fue hace cosa de más de un mes cuando perdí mi queridísimo y más preciado señuelo lubinero. El Molix Finder Jerk 150 en color blanco. Ha sido sin duda la muestra que me ha dado las lobas de mayor tamaño en los últimos tiempos. De hecho desapareció en acto de combate, en las fauces de un buen bicho.
Como no lo encontraba en ese color en las tiendas locales (y en otros colores directamente no me ha funcionado …) pues me puse a escarbar en el baúl de los recuerdos buscando alguna alternativa con buen babero y agarre al agua, dado que se acercaban días con viento de componente Norte que alterarían el estado del mar, y con ello y un mucho de suerte, quizás comenzarían a entrar tan preciadas presas.
Entre todo lo que encontré me quedé mirando y remirando este señuelo que me ha funcionado muy bien embarcado, pero que a spinning sinceramente no le he dado nunca muchas oportunidades. Se trata del Yo-Zuri 130 SP de 23g en color Gold Mullet.
Pues bueno, son esas cosas del destino, que me dio por reemplazarle las anillas y triples ya totalmente oxidados por unos nuevos Daiichi rojos.
Una vez renovado lo incluí en la caja, sin demasiada convicción.
El día se presentaba con el mar bastante calmado para lo que me esperaba. Probé varias muestras que me han dado alegrías, sin toque alguno.
Cuando ya iba a desistir y estaba guardando los señuelos en la caja, apareció él, lo miré – me miró … y me dijé “¿por qué no?”
Así que lo puse, busqué el último recodo de espumero que quedaba y al tercer lance … zassss … una buena picada que resultó en una preciosa lubina de alrededor de un kilete. Después de esta ya no se sucedieron más picadas.
Más alegre que unas pascuas me fui para casa.
En días sucesivos me ha seguido regalando capturas, incluso días de doblete. No han sido grandes piezas pero si bonitas peleas.
La más grande me la ha dado hoy mismo, hace apenas unas horas. Y viniendo hacia casa me he propuesto dedicarle estas líneas.
La verdad que este señuelo tiene un movimiento muy sugerente incluso a baja velocidad, se sujeta bien en el agua hasta prácticamente el último metro y además la posición de los dos triples evita en gran medida el enroque, puesto que el babero da antes en la piedra.
Yo no sé si es que ese color es el que les gusta con el agua revuelta y turbia o son los anzuelos rojos, o vete tú a saber, pero estoy contentísimo de haberme tropezado con él de nuevo.
Muy buena publicación Rafa. Tú forma de narrar lo sucedido, hace que casi estemos allí contigo…jejeje. Un abrazo compañero!!
Gracias, Patxi.
La verdad que las capturas se disfrutan más en compañía. A ver si cuando nos veamos tenemos suerte.
Yo no lo habría puesto en la grapa… con ese color. Jajaja.
Una pregunta, cuanto profundiza?
Pues profundiza como un metro pero gracias a su pala ancha se agarra muchisimo al agua con mar fuerte.
Presisamente tengo un strom de ese color y si se subeta bien a la marea y aqui en quintana roo se me han pegado a este señuelo dos q tres barracudas y una sierra buen señuelo