IV Quedada del Team Spinning Valencia

Aprovechando la festividad de Jueves Santo, y dado que para la anterior algunos no pudieron acudir, organizamos otra quedada.
Esta vez también han fallado muchos, unos por estar de viaje, otros por obligaciones o enfermedad (Kike mejórate!)

En esta ocasión el lugar elegido fue el coto del Puerto de Gandía. Ya hicimos una quedada en Diciembre con buenos resultados así que valía la pena ver si esta vez tocábamos escama.

El orden del día era quedar a las 6:00 am para solicitar los pases, y rápidamente tentar a las barracudas del interior del puerto hasta que comenzase a clarear, después saldríamos a la cara externa del espigón en busca de jureles y ya con el sol calentando intentar dar con algún palometón despistado de nuevo en la parte de dentro.

En cuanto estuvimos listos la primera parte del “plan” salió bastante bien. Elegimos una zona donde días atrás no solía ponerse mucha gente (pero que yo ya sabía que era buen sitio para las bicudas). Así que nos pusimos con los primeros lances.
No tardó en hacer aparición la primera picada del día (aún de noche). Tuve la suerte de que mordiera mi señuelo, un Yokozuna Montero 165 color arcoiris (lamentablemente descatalogado pero del que tengo repuesto para una temporada). Se trataba de un ejemplar de buen porte.

Aún me encontraba desanzuelando esta cuando vimos y escuchamos a Álex con la caña combada. En este caso también entraron al mismo señuelo, demostrando su efectividad con estos “bichos”. Por fin conseguía añadir a su colección de trofeos esta presa, y así se muestra de contento posando con la captura:

Hubo un pequeño parón, pero finalmente, con el día ya clareando, Patxi logró engañar a otra con un Mommotti 190 blanco-amarillo, que tan buenos resultados le da en el Sur, y que también se mostró efectivo en estas aguas.

Lo mejor de estas quedadas es poder ver las distintas técnicas de pesca para una misma especie: recogida lineal, jerk pausado, jerk + recogida lineal …

Evidentemente todo fue captura y suelta, condición “Sin equa non” de las quedadas.

Tras esta captura decidimos probar suerte con los jureles. Lamentablemente el mar estaba removido con oleaje de fondo y no hicieron acto de aparición.
Los pequeños palometones, que en días anteriores no se habían dejado ver, tampoco quisieron alegrarnos la mañana, así que, con el hambre ya en el cuerpo decidimos ir a pesca segura … el almuerzo.

Intercambiamos impresiones, hablamos, hablamos más, engullimos el bocata (que buena falta nos hacía ya a esas horas) y nos dirijimos otra vez al pesquero para dar esos últimos lances de la jornada, sin fortuna.

Como no había rastro de actividad dimos por concluida la quedada, no sin antes inmortalizarla con un “selfie”

A ver si para la próxima podemos quedar todos, que a más gente mejor nos lo pasamos.
Saludos compañeros y nos vemos en breve!